miércoles, 3 de febrero de 2016

Sigur Rós

Es muy difícil hablar de un grupo como Sigur Rós. Es complicado expresarse con palabras, porque la música y sus cautivadoras vibraciones dirigiéndose hacia tus oídos, son en este caso las que se encargan de transmitir todo tipo de impresiones y sensaciones. Hay cosas que no se pueden explicar si no es utilizando el medio concreto para el que fueron creadas.
Porque la música de Sigur Rós te envuelve en su propia atmósfera, que reproduce todo lo que quizás te gustaría decir y sentir. Y es que, no es fácil hablar de lo etéreo.
Lo mismo pasa con Islandia, país del que proviene esta banda. Islandia no puede explicarse, hay que ir allí, experimentarla, para hacerte una idea de lo que es. La sensación de estar más próximo a otro planeta que a la Tierra misma en algunos de sus pintorescos paisajes, hace que sea casi imposible explicar con imágenes o palabras lo que allí se ve, y se percibe, y al final acabas convenciéndote de que ese espacio en la Tierra, no pertenece a esta galaxia, como la música de Sigur Rós.
Así que, no es raro que semejante conjunto de melodías y armonías combinadas de una forma tan sublime, salgan de este lugar, del que cada vez proliferan más artistas no sólo musicales, también de otras muchas disciplinas.
Como sabemos, la palabra Música  proviene del griego mousike, que significa "el arte de las musas", y sin duda, Islandia es una musa perdida en medio del océano, y su naturaleza y todo lo que te rodea allí, respira e inspira un hálito idílico.
Asistir a un concierto de Sigur Rós, no es ir a un concierto a escuchar música ni a bailar. Su concierto es un ritual, es un acto solemne en el que quedarás atrapado de por vida. Nunca presencié un concierto en el que ocurriera como en éste; tras la interpretación de cada tema se hace un silencio abrumador durante unos segundos, miras al público, y como tú, las miles de personas se encuentran hipnotizadas, con los pelos de punta y los ojos brillantes. Tras ese segundo de conmoción y emoción, el estallido de aplausos. Un directo de Sigur es una égloga de la que no querrás salir, por eso sentirás un bajón importante cuando salgas de ese hermoso y orquestal paréntesis del mundo en el que vivimos.
Si te gusta viajar y contemplar los paisajes más fascinantes que puedas imaginar, con Sigur Rós podrás hacerlo sin desplazarte.
Es difícil no dejarme llevar por sentimentalismos y preciosismos, así que voy a hablar de su discografía  para hacer una introducción en los experimentales, dispares y grandes trabajos que nos han ido regalando a lo largo de sus 15 años de carrera, Jón Þór Birgisson (Jónsi) y su banda.

"Von" (Esperanza) (1996)
 
"Von" fue el primero de sus discos, publicado bajo el sello "Bad Taste Records", conocido por ser la discográfica de Sugarcubes, el primer grupo de la cantante también islandesa Björk.
Este disco no fue un gran éxito comercial. Es un álbum experimental y entonces no los conocía nadie, ni ellos mismos imaginaban entonces el éxito tan rotundo que han tenido los últimos años.
El álbum se compone de 12 temas, siendo el último, "Rukrym", el mismo que el quinto "Myrkur" reproducido al revés.

El título del disco proviene de la palabra "Vonlenska", que significaría en Islandés "Idioma de la esperanza", y su equivalente en inglés "Hopelandic". El Vonlenska es un "idioma" inventado por el grupo, el cual carece de una estructura gramática y significado. Así, cuando oigamos la música seremos nosotros los que imaginemos todo lo que está sucediendo. Ellos lo definen como "una jerigonza que se ajusta a la música". Si bien los títulos de los discos y las canciones sí están escritos en Islandés.
En cada disco hay algunas (o todas) canciones cantadas en este idioma inventado, aunque a los oyentes les sonará como el Islandés, idioma que la inmensa mayoría de su audiencia tampoco domina. Iré diciendo las canciones que son en Vonlenska de cada álbum y en este primero, es el tema homónimo "Von".

 "Ágætis byrjun" (Un buen comienzo) (1999)

 
Este es el segundo disco de la banda, y sin duda el que les lanzaría hacia el éxito a nivel mundial. Todos habréis oído la segunda canción "Svefn-g-englar" (Ángeles Sonámbulos), un éxito que fue utilizado en anuncios de televisión y podíamos escucharlo alguna vez incluso en la radio, así como en la banda sonora de la película Vanilla Sky. En este álbum se contemplan 10 canciones, de las cuales el octavo, "Olsen Olsen" está compuesto en Vonlenska. La sección de cuerda está intepretada por la Orquesta Filarmónica de Islandia.  


Como curiosidades, por si queréis hacer la prueba, os contaré que si reproducís la intro al revés, escucharéis la versión instrumental de la canción número 9, que recibe el mismo nombre que el disco. 
La tercera canción "Starálfur" (Un elfo mirando) si la reproducís en reverse, no varía musicalmente, lo que sería un palíndromo musical. Y por último, el décimo y último tema del álbum, "Avalon", si lo escuchas cuatriplicando su velocidad, oirás la versión instrumental de la tercera canción mencionada anteriormente "Starálfur". Aquí os dejo la canción probablemente más conocida de Sigur Rós, "Svefn-g-englar", interpretada en un concierto que dieron en Madrid en el 2012, acompañados de Amiina, su cuarteto de cuerda, y que pude disfrutar in situ. Observad la escenografía siempre minimalista pero efectiva, en esta ocasión las bombillas y la intensidad de las luces y las sombras que proyectaban te hacían creer que estabas en alguna pequeña ciudad, quizá en Reikiavik. Escuchar siempre con auriculares, claro;


  
"( )" A.K.A. "Vaka" ó Untitled" (2002)
 
Quizá este sea mi favorito, o uno de ellos. Compuesto de 8 temas sin título, cada uno es mencionado como "Untitled #1", "Untitled #2" y así sucesivamente, aunque cada uno de ellos tiene un nombre no oficial en islandés. El álbum tiene dos partes; las cuatro primeras canciones son esperanzadoras, más optimistas. Al terminar la cuarta, 36 segundos de silencio que separarán las cuatro primeras, de las cuatro últimas, éstas bastante más psicodélicas, melancólicas y oscuras. Fue el primer disco que grabaron en su propio estudio y contaron con el cuarteto de cuerda islandés Amiina.


Los ocho temas están cantados en Vonlenska, consistiendo esta vez en concreto, en una frase de once sílabas «You xylo. You xylo no fi lo. You so», organizadas y separadas de diferentes formas a lo largo del disco. La portada nos muestra unos paréntesis, dando a entender que el álbu no tiene un título, al igual que el libreto son hojas en blanco invitando al oyente a escribir o dibujar en él su propia interpretación. Sigur Rós se caracterizan por crear y combinar unas frecuencias de sonido extrañas y mágicas cuyas combinaciones no son las que el oído humano está acostumbrado a recibir, por eso al principio puede ser difícil que te entren, o incluso haya gente que se atreva a decir que no les gusta, indudablemente por lo mismo que puedes llegar a amarlos, por lo extraño y poco habitual que resulta su sonido, y este álbum te dejará embriagado, aturdido, entusiasmado y lo que está claro es que no deja a nadie indiferente, no sabrás si estás escuchando el canto de las ballenas o el sonido de la aurora boreal, no sabrás si reir, o llorar.
Como otras curiosidades, el sexto tema del disco, "Untitled #6" ó "E-bow", el bajista utiliza un arco eléctrico. Jónsi suele utilizar un arco también para su guitarra, para crear una atmósfera concreta con unas peculiares distorsiones.
El séptimo tema, "Untitled #7" ó "Dauðalagið" (Canción de la muerte) forma parte de la banda sonora del famoso videojuego Dead Space.
Es muy difícil escoger algún tema de este disco, así que os dejo uno de la primera parte, y otro de la segunda;

Este es el único videoclip de este álbum, corresponde a la primera canción, "Untitled #1" también conocida como "Vaka", que es el nombre de la hija del batería. Está dirigido por Floria Sigismondi, conocida por dirigir vídeos de artistas como The Cure, David Bowie, Björk o Marilyn Manson, entre otros muchos. El vídeo muestra un futuro distópico post-apocalítico en el que unos niños salen del colegio a jugar y deben ponerse máscaras de gas y juegan con las cenizas que caen del cielo.

El anterior vídeo era de la primera canción, y con éste, para terminar con su tercer álbum os dejo la última canción, "Untitled #8" ó "Popplagið" (Canción Pop).
Es un fragmento de un directo en Reikiavik, donde se puede observar la fuerza y la experiencia tan catártica que puede ser uno de sus directos.

domingo, 31 de enero de 2016

Una cucharadita de miel, por favor. (I)

Mi abuela siempre decía que cuando me fuera a tomar el jarabe preparase una cucharadita de miel, porque si amargaba, me tomaba rápido la miel y así sabría mejor.

Lo que voy a contar no es sea amargo como el jarabe ni que sea mentira, es bonito, o por lo menos para mi lo fue, pero a lo mejor lleva una cucharadita de miel para que sepa aún mejor:

Por lo que recuerdo era verano, tendría yo unos veinte años (ay madre, ¡qué mayor soy ya!) Estábamos en la fiesta de Una amiga que estaba celebrando en su piso de alquiler. Yo había invitado a Alguien, un amigo de toda la vida que había bajado al pueblo a pasar el verano. Estaba nerviosa, porque días antes estuvimos hasta altas horas de la noche hablando por el Messenger (el Whatsapp de la época) y me había parecido entender como que en la fiesta podría ocurrir algo entre nosotros; no fue una cosa instantánea, si no que llevábamos un par de meses con un tonteo nocturno que me gustaba mucho. El día antes de la fiesta, tomando café, como tenía mis dudas de si había malinterpretado algo, se lo pregunté directamente (¡¡PERO QUE TONTA ERA, POR DIOS!!); él se sonrojó me apartó la mirada y me dijo "No sé; si surge..." y en mi cabeza yo gritaba: "¿Pero cómo que si surge...? ¿eso que es de si surge...? ¿No ves que ahora voy a hacer todo lo posible para que surja?" sin embargo, le miré como una boba y sólo dije "ahm..." con cierta decepción.

Así que allí estaba yo, en la fiesta de Una amiga, con Otra amiga y Alguien, que apenas conocía a nadie de allí; Una amiga estaba tirándole los tejos descaradamente, y por si acaso, llegó la visita sorpresa de mi amiga, una amiga común de Alguien, Otra amiga y mía que llevaba incomunicada varios días y que venía con cara de dar pena y necesitar consuelo. Toda esa situación me hacía ponerme más nerviosa, así que aunque por fuera fingía normalidad, por dentro estaba fijándome en cualquier ligera señal que pudiera darme Alguien para que surgiera algo, mientras que procuraba que la gente que nos conocía no pasase mucho tiempo con nosotros sin parecer una borde estúpida; él sin embargo, estaba más ocupado en disfrutar de la fiesta y la gente, cómo le admiro por aquel temple. Mi amiga, por otro lado, comenzó a contarnos, sin que nadie diera pie a ello, por qué había desaparecido últimamente; ahora, con el tiempo, me arrepiento de mi comportamiento; pero entonces, pasé de ella; mi cabeza no estaba en plan "amiga" justo esa noche. Y sin saber como, Mi amiga y Otra amiga se pusieron a hablar entre ellas y hubo un momento de complicidad en el que le dije a Alguien que viniera para comentarle una cosa en privado. Estábamos en el pasillo, vino Una amiga a molestar y meter cuello, él la despachó amablemente diciendo que ahora íbamos con los demás, que teníamos que hablar unas cosas, y cuando se fue me dijo de meternos a hablar en el cuarto de baño donde nadie pudiera interrumpirnos.

Mi corazón comenzó a bombear salvajemente ¡Estaba surgiendo! ¿Estaba surgiendo? No lo sabía, mejor dejarse llevar. Dentro del baño hacía frío, y estaba bastante lúgubre, me senté encima de la tapa del retrete con una pierna cruzada, y él se sentó en el borde de la bañera, estábamos cara a cara, algo separados. Le dije que estaba preocupada por Mi Amiga, pero que por otro lado no quería que se arruinase lo que habíamos hablado la tarde de antes durante el café. Él me dijo muy sereno y comprensivo, que no había de qué preocuparse, que si no podía ser esa noche, pues no pasaba nada; y yo le dije que yo quería, que él me gustaba, y que quería compartir eso con él. A mis veinte años, yo aún era virgen, y él lo sabía, de hecho creo que eso era el morbo que yo tenía, y lo que él buscaba. Y lo mejor de todo es que a mi no me importaba entregársela.

Estábamos en silencio, sólo nos mirábamos, y le dije que me enseñara a besar, que nunca lo había hecho. Se incorporó un poco y me dijo mientras se acercaba con una mano a mi mejilla: "a mi me gusta hacerlo despacio, disfrutando del momento" y posó sus labios sobre los míos. Él había cerrado los ojos, yo no quería perderme detalle; sin embargo me sentía extraña echando un pulso de lenguas con alguien que no me miraba, así que los cerré yo también. La cosa mejoró. Justo cuando nuestras manos empezaron a acariciarnos por encima de la ropa, se me ocurrió la maravillosa idea de preguntarle si llevaba condones encima, me dijo que no, pero que en la mochila sí tenía. Él me dijo que si yo tomaba la pastilla no pasaría nada, y yo le dije (estúpida de mi) que tomarla la tomaba, pero que él se había acostado con mas chicas y yo no quería pillar nada malo. Recuerdo que la cara le cambió, como si le hubiera insultado o herido, pero sin embargo me dijo "Lo entiendo". Se dispuso a salir, pero le dije que mejor se esperase dentro del baño, que no quería que ninguna de las otras le entretuviera, que ya iba yo. Cuando llegué al salón, Otra amiga estaba dormida en un sillón y ni Una amiga ni Mi amiga estaban allí; se oían risas en otra habitación. Así pues, decidí aprovechar esta alineación de planetas y buscar en los bolsillos de la mochila. Me tomó más tiempo del que esperaba, suficiente para que Otra amiga se despertara por el frufrú y me dijera "¡Hey! Carmen, ¿dónde está Alguien?", me puse nerviosa, porque había encontrado los condones y no quería sacarlos delante de ella, "En el baño, ahora sale" contesté y ella murmuró algo y se rascó la cabeza dejándose los pelos revueltos; aproveche para hacer un gesto muy sospechoso y guardármelos en el puño; salí de allí sin decirle nada más y me volví a meter en el baño.

Apenas habíamos retomado los besos y carantoñas cuando Una amiga comenzó a dar golpes en la puerta del baño increpando que qué estábamos haciendo ahí dentro. ¡¡Maldita envidiosa!! ¡Ella le había conocido esa noche! ¡yo era amiga suya desde hacía años! Le grité que ya salíamos, que estábamos hablando de cosas importantes, y ella intentaba echarnos diciendo que el baño lo tenían que usar más personas (¡Mentira!¡Que había otro en la casa!). Alguien me dijo con la mirada que nos olvidáramos del exterior, pero yo no podía. Muy fastidiada me levanté y me dispuse a salir. No me retuvo, sólo me siguió.

Nos volvimos donde estaba todo el mundo, para encontrarnos con Mi amiga con cara de no estar pasándoselo muy bien y Otra amiga medio adormilada aún. La verdad es que para mí la fiesta ya se había aguado hacía un rato. Mi amiga anunció que se iba a ir, que no estaba bien, como diciéndonos que la acompañásemos, pero no hice por donde, de hecho pensé "una menos". Hoy me siento sucia por aquello. Tampoco pasó mucho más hasta que Una amiga propuso a todo el mundo seguir la fiesta fuera e ir a algún local, así que aproveché para decir que yo prefería irme ya a casa, que había bebido suficiente y le pregunté a Alguien que si me acompañaba, Una amiga nos miró con los ojos entrecerrados y Otra amiga al escucharlo dijo que se venía con nosotros, que ella tenía sueño; No, el destino no me lo estaba poniendo precisamente fácil, no.

Decidí tomar un camino distinto al habitual, con la intención de que Otra amiga se separase al llegar a un punto, y viendo que no se iba le pregunté claramente "Oye, ¿tú no tenías sueño?", la muy inocente contestó "Ah, si, pero ya con el paseo me he despejado", no lo podía estar haciendo a propósito, la conocía demasiado bien, así que probé una vez más "Pero tu casa está para el otro lado, ¿no?" y ella con tooooda la inocencia del mundo me dijo que nos iba a acompañar un rato, que la conversación estaba entretenida. No lo podía soportar más, además me estaba comportando totalmente diferente a como yo era, estaba preocupada por si estaba causándole una mala impresión a Alguien pero ya a este punto lo único que quería era follar a cualquier precio, así que decidí ser clara: "Mira, Otra amiga, Alguien y yo tenemos que hablar sobre Mi amiga en privado, y llevamos toda la noche con interrupciones, así que ¿no te importaría irte a tu casa y dejarnos en paz?" Le sentó mal, ¡vaya que si le sentó mal! No recuerdo lo que contestó porque lo único que me importaba es que se iba. Pero estaba paranoica, cogí del brazo a Alguien y le susurré, "Por favor mira hacia atrás a ver si nos está siguiendo" me contestó que no, y respiré tranquilamente por primera vez en toda la noche. Él y yo, solos... ¿A dónde ir?.

Le dije que tenía las llaves de la casa de una vecina que se había ido de vacaciones y nos la había dejado para que le regáramos las plantas, que sólo se me ocurría ese sitio, pero que teníamos que tener cuidad que nadie nos viera entrar o salir y dejar los muebles de la casa lo más intactos posibles, y él le dijo que le pareció bien. ¡COÑO, YA ERA HORA! aceleré el paso sin darme cuenta, y llegamos enseguida. Comprobé el vecindario, aún era de noche así que no había mirones. Tras cerrar la puerta detrás nuestra le dije que en el salón mismo. Ahora todo fue mucho más salvaje. Los dos sabíamos lo que iba a ocurrir así que no hacía falta hablar. Sólo recuerdo que nos empezamos a quitar la ropa sin reparos, cuando me quité el sujetador no me dio vergüenza ninguna, estaba deseando que me agarrase y me comiese las tetas. Completamente desnudos y de pie le dije que me enseñara. Y vaya si me enseño. No voy a entrar en detalles. Sólo sé que cuando salimos de allí ya era de día y me sorprendió ver la hora. Me acompañó a casa y me besó una vez mas.

A los dos días se tuvo que volver a ir a la ciudad dónde trabajaba; no fue una excusa para no volver a vernos, yo sabía que era verdad, estaba deseando volver a verle. Los días siguientes todas las canciones de la radio empezaron a tomar sentido, cuanto mas ñoñas, más sentido tenían. No lo podía evitar, pero al mismo tiempo yo sabía que esto no duraría para siempre. Lo sabía incluso antes de empezar. Y no me importaba. Sólo pensaba en disfrutar el momento. Disfrutar la experiencia. Esos instantes. El recuerdo ha estado conmigo 10 años. En todo este tiempo nos hemos seguido viendo, pero como era de esperar, con una amistad muy especial. Tengo mucho que agradecerle. Así que en su honor escribí hace tiempo un poema:


Un fauno que me embauca
  con su vino y su flauta,
  todo con él es jauja.
  Su mirada me incauta
  y me rindo a su causa,
  danzo según su pauta.

martes, 26 de enero de 2016

“The Internet is for porn fun”
Hoy: The Guild

Es cierto que existe diversión, más allá del porno, dentro de Internet; pero éste es taaan amplio que es muy difícil dar con ella. Además, es común encontrarse en la red con referencias a series, videojuegos, personajes, memes, vídeos, entrevistas y un sinfín de situaciones, que se mezclan y degeneran en manos de los usuarios que las consumen, llegando a ser caricaturas de sí mismas, y haciendo que un recién llegado no entienda el despliegue de idioteces que hay frente a sus ojos; perdida la referencia se pierde la diversión, y todo pasa a ser mera información descontextualizada. Cómo sé que es sencillo perderse en un mundo tan cambiante, para eso mismo he venido:
Welcome to the internet, I'll be your guide
BIENVENIDOS A INTERNET
Yo seré su guía
Hoy os hablaré de una webserie creada en 2007 por Felicia Day; una pelirroja guapísima, con una sonrisa que para mi tiene mucho encanto; que, tras pasar dos años enganchada a WoW, decidió que tenía que plasmar esa experiencia personal de alguna forma.
Los tres primeros capítulos fueron grabados sin presupuesto, sólo con los recursos (localizaciones, atrezzo, cámara, vestuario) que fueron capaces de conseguir ya fuera de prestado, o con unos pocos dólares en la tienda de segunda mano (Tan famosas en los E.E.U.U.) y a partir de los guiones escritos por la propia Felicia. Tras denegarles Hollywood fondos para continuar la producción, añadieron un botón para donar a través de paypal, siendo los propios internautas quienes impulsaran la serie hasta llegar a tener seis temporadas online.
The Guild(?); refleja de forma fiel en capítulos que varían entre los 3 y 12 minutos, cómo de tristemente divertidas pueden ser las vidas reales de los diferentes tipos de jugadores que suele uno encontrar en el inmenso mundo virtual. Está enfocada desde el punto de narración de Cyd Sherman, una adicta al juego, cuya vida cambia cuando, tras tres días sin aparecer dentro del juego, Zaboo, otro jugador de su gremio se presenta en la puerta de su casa motivado por una conversación inocente que ha malinterpretado.
Para todas aquellas personas que, al igual que yo, han caído en algún momento de su vida en la delirante espiral que significan los MMORPG, esta webserie está llena de guiños y  situaciones llenas de significado a pesar de no contener ni una sola imagen, término o referencia que pueda dar pie a reconocer cuál es el juego al los protagonistas están jugando (spoilerEs el WoW). En última instancia, si nunca se ha tenido esa experiencia, se puede disfrutar como una Sitcom en la que los personajes tienen algún que otro trastorno social.
Con cada temporada, la calidad y trama han ido en aumento, tal como se puede ver en este videoclip promocional y su pegadiza canción:
Espero que el vídeo y la historia que os he contado os haya llamado la atención lo suficiente como para dedicarle un poco de tiempo.
Es suficiente Internet por hoy. Recordad que es peligroso navegar sin vuestro querido guía virtual de "The internet is for porn fun", así que, en mi ausencia, procurad tened una mano en el ratón y otra en el pantalón teclado.

domingo, 24 de enero de 2016

Arrojados y experimentales (II) - [Actualizado] - El perqué de tot plegat.

2 El perqué de tot plegat (El porqué de las cosas)

Me gusta pensar que escribir esconde un motivo ilusionante y primigenio. Me gusta pensar que es capaz de activar un click en el interior de otra persona. Me gusta convencerme, como hacía Alejandra Pizarnik, de que escribir esconde una terapia que exorciza, conjura y, además, repara*. Muchos de nosotros nos hemos convertido en profesionales de la escritura o profesionales del arte. Quizá, incluso, somos eso que llaman artistas, aunque claro, a estas alturas, quién no lo es. Creamos, muchos, porque nos pagan una miseria por ello, creamos para hacer caja, vendemos nuestras ideas a cambio de posicionamiento y de una ridícula sensación de renombre o, peor, dejamos nuestras ideas aparcadas en un futuro-cada-vez-menos-próximo mientras hablamos de cosas con desgana, cosas de títulos desgarradores y vacías de contenido, como si nuestra vida se desarrollase dentro de la Playground o (aún, sí) de Neo2.

¿dónde queda la libertad? ¿dónde queda la ilusión y el hecho de tener algo que decir?

¿cuando fue la última vez que dijimos algo?

Llevo toda mi vida luchando poco por conseguir esto y, cuando me fue dado, dejó de hacerme ilusión. Sí, vale, entra en juego el "efecto cerilla", incluso entra en juego esa tendencia que tenemos algunos de alejar de nosotros cuanto antes aquello que nos puede hacer sentir bien, o sentir, sin más (léase escritura, léase persona, léase salir todos los días a correr, léase ir al Botánico a tomar té). No recuerdo - si estamos en esto de ser sinceros - cuando fue la última vez que me esforcé. Quizá dije algo, sí, y quizá tenía sentido. Quizá era más que obvio y hasta quizá era bueno, pero aseguro que gasté en ello más tiempo que neuronas. Y luego me levanté y taché de mi calendario editorial la tarea y busqué la siguiente, abrí un documento nuevo y empecé. Así de mecánico es ser artista, así de mecomelamierda.

A veces, tengo que ir a algún evento-postureo. Los evito a toda costa, soy consciente de que sin ellos no eres nada y soy consciente de que los odio, ergo soy plenamente consciente y apenas me machaco con ello de que soy menos de lo que puedo ser debido simplemente a que otros sí van mientras yo me peleo con mis técnicas de evitación y las técnicas de acoso y derribo de mi timidez y agorafobia (nunca sé cuál es cuál). Por todo esto, mi ego se tortura por ello los domingos hacia las ocho. 

Cuando voy, no me lo paso bien, es más, diría que sufro muchísimo y por más que me convenza de que es una parte más de mi profesión, preferiría clavarme un cuchillo a ir (no exagero, he estado en puntos así). Bien, creo que ha quedado lo suficientemente claro que sufro por ello, que no suelo ir y que por eso sufro por ello y sí, señores, a esto se le llama círculo vicioso


Antes, yo iba a estas cosas porque sonaban muy bien o porque las hacían personas con las que había compartido procesos creativos o, simplemente, quería follar en los lavabos. Ahora, como digo, voy a pocas y, si voy, es por compromiso, me siento insegura y pequeña y no quiero incidir más en ello, pero de verdad, sufro. En medio de mi sudoración excesiva, palpitaciones y mareos, detecto levemente los vacíos, la gente vendiendo humo, las conversaciones de cóctel, los movimientos estudiados alrededor de la sala con un montón de gilipollas haciéndose notar y hablando de su mierda de obra como si fuesen los nuevos Leonardo (de hecho, uno se me presentó así una vez, diciendo: "Soy como Leonardo da Vinci, pero más").


Eli O.


* En PIZARNIK, A. (2000), Prosa completa. Lumen: Barcelona, p. 312, dice: 

Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En este sentido, el quehacer poético implicaría exorcisar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque estamos heridos. 

Ese condicional (el uso de "implicaría" en vez del presente taxativo "implica"), me confunde un poco. No sé si ella lo piensa así en realidad o no. En cualquier caso, seguramente ella tampoco. 

sábado, 23 de enero de 2016

Arrojados y experimentales (I) - [Actualizado] - El alivio.

1 El alivio.

He pensado en muchos modos de empezar a escribir aquí. He hecho bocetos diversos, después de follar, en la ducha, en el bus, y ninguno me convencía. Ahora sé por qué: creo que lo primero que quiero hacer es ser siniestra sincera y hablar de cómo están las cosas. Al fin y cabo, esto es un manifiesto.

Y, puestos a ser sinceros, no sé por qué he dado el paso. No sé si me estoy engañando y busco una realidad que ya no existe y/o si me cansaré de escribir en este lugar en dos semanas, como todas las otras veces en las que he empezado algo con mucha intensidad y a los dos días no me interesaba lo más mínimo (es el "efecto cerilla" del que habla Carmen Sarmiento)*. Quiero convencerme de que esto tiene algún sentido. Quiero convencerme de que a alguien le importa.

Pero, ¿me importa a mí?

Alrededor del proceso que hemos seguido para dar forma a este proyecto, muchas veces os miro y fantaseo con vosotros con que este blog navegará en su obsolescencia, y, un día, al azar, alguien lo encontrará, como hicimos nosotros con el blog de Manifiesto 19. Entonces, ese alguien se sentirá en cierto modo aliviado. ¿por qué? no lo sé exactamente. Pero así fue como me sentí yo. Aliviada con desconocidos que te entienden mejor que nadie, que tal vez han nacido antes que tú, o viven a años luz de ti, o que tienen perro y tú les tienes alergia, pero aliviada porque esas personas han existido y han decidido enfrentarse al miedo y expresar algo que ahora, en cualquier otro eje espacio-temporal, te ha hecho click.

Eli O.


* "A mí me pasa algo parecido. Yo le llamo "efecto cerilla", voy por la vida restregando el pensamiento por las ideas, hasta que en una saltan chispas y de repente es un fogonazo muy intenso, que al poco se baja a una llama constante, que dura lo que dure la madera/idea o hasta que me encuentro alguna traba (soplido).
Lo que me da pena es que lo sé, y por eso a veces no me involucro en algunos proyectos porque digo "es temporal". Lo que me alegra es que siempre puedo encender otra cerilla mientras queden dentro de la caja."


martes, 19 de enero de 2016

Cuando salgo de las sombras, subo demasiado alto, y la caída es casi mortal. Cuando te despides demasiado, pierdes las ganas de irte.

Hipomanía siempre llega para dotarme de productividad, me trae una emoción ardiente que me hace querer hacer cosas, y sentirme capaz de hacerlas todas. Un impulso repentino de organizar mi cocina, mi armario, mi vida.

Burbujea con un optimismo nuevo que confundo con mi cerebro, antes deprimido, estabilizándose. 

Los colores son más brillantes y la música es abrumadoramente hermosa.

La creatividad se dispara a través de mi cuerpo y me cosquillea mientras la inspiración intenta salir por mis poros. Música, pintura, poesía… las artes me hablan de forma que se vuelve necesario responder.

La ansiedad social de la depresión desaparece. Los pensamientos y las ideas vienen más rápidamente, el discurso más sofisticado y elocuente, la risa más clara. Cada persona se vuelve seductoramente fascinante.

Las ideas abundan, una y otra y otra, claramente separadas pero entrelazadas de forma natural y bella, pintoresca.

Las limitaciones físicas empiezan a irse lejos. El dolor es menos estridente, el hambre imperceptible, dormir no es necesario.

Me encuentro a mí mismo, tengo un don especial para lo más insospechado, incluyendo la habilidad de enamorarme una y otra vez, de forma condensada en minutos, segundos.

Se levanta la claridad perfecta en mi mente, colocando respuestas bajo la luz del sol. Entendimiento absoluto, inspiración espiritual me sigue allá donde voy.

Pero de repente cambia.

La felicidad perfecta deja pasar a la alegría delirante, una euforia que llega con tal ferocidad que amenaza con partirme en dos.

La alegría se desmorona en irritación, rabia, histeria.

Los pensamientos y las ideas empiezan a bombardearme, pasando más rápido de lo que cualquier humano podría soportar. La frustración me hierve cuando los demás no pueden seguir mi ritmo.

La línea entre las ideas buenas y malas ya no existe, y pierdo el sentido de mi identidad, de mi mismo. Me acuesto con gente a la que no quiero (ni me gusta), hago daño a alguien a quien quiero, y que me quiere, gasto dinero que no tengo en cosas que no necesito, me siento en mitad del tráfico para probar que soy invencible – el impulso imparable de actuar cada vez que aparece una idea.

La conexión que sentía antes y que me dio tanta esperanza de repente cambia a la empatía más allá de la posibilidad – puedo leer y manipular pensamientos de otros, y me gusta.

Soy especial, único, invencible, inmortal. Soy delírico.
Soy imprudente, cruel, violento. Soy peligroso.
Estoy asustado, estoy aterrorizado, estoy perdido. Estoy solo.


Siempre viviré con terror, sin esperanza, avergonzado de que ocurra otra vez.